In March of 2021, 20-year-old Gladis Perez took a seasonal job as a harvester at one of our Del Cabo farms in San Vicente, Mexico. Just a few months earlier, she had hopes of continuing her studies, but the local university didn’t offer her desired program on veterinary medicine. So, like many 20-somethings, Gladis had to roll with a slight change in plans.

Gladis amongst all the plants she cares for


While many people can relate to making the most of an unexpected situation, few can claim the same success as Gladis. She is a soft spoken young woman who stood out through dedication and natural intelligence. It was less than five months before the farm asked her to lead the integrated pest management efforts.

Pest management is a tricky business for organic farms. It requires a great deal of attention, ability to spot the pests before they spread, and knowledge of the proper methods for deterring each pest. Gladis quickly learned how to spot pests so that she has the time to inspect each plant individually and identify issues before they become larger problems. Every day she counted the number of pests on each plant, and then collaborated with the farm manager to create an individualized organic treatment plan that can involve anything from organic herbal applications to releasing predator species.

Gladis pointing out a pest on a tomato plant

Where Gladis truly shined was reporting. Keeping track of paperwork is a notorious bottleneck for most small organizations, but Gladis excelled at keeping clear and meticulous records. Thanks to her efforts in both the office and the field, in just five months there was an 80% decrease in pests on basil and a 10% decrease in costs associated with pest control.

Gladis remains very humble about her success as a female farmer. When asked about her job, she sticks to the facts and shies away from pride. “Que es un trabajo en ocasiones difíciles pero es agradable aportar de nuestro trabajo para dar una mejor producción / It is a job that on occasions is difficult, but it is pleasant to contribute with our work to improve production.” While she has since left her temporary position to pursue her ambitions, Gladis’ skill and passion have improved our San Vicente farm for years to come. We are confident that she will find success in her next venture and beyond grateful to have had this time with her.

San Vincente Farm

Due to the environmental importance of her work, our ClimateLab program has recognized Gladis as a knowledgeable source of information and has leaned on her methods to build organic pest control programs. While individual actions like Gladis’ often don’t receive public attention, it is detailed management and communication skills like this that make climate action possible. Great change often begins with individual knowledge that eventually translates into better decisions for the bigger picture.

Versión en español:

En marzo de 2021, Gladis Perez, una mujer de veinte años, tomó un trabajo temporal como cosechadora para uno de nuestros ranchos Del Cabo en San Vicente, Mexico. Hace unos meses, ella tenía esperanzas de continuar sus estudios, pero la universidad local no ofrecía el programa de medicina veterinaria que ella quería. Así que, como mucha gente en sus veinte años, Gladis tuvo que aceptar el cambio de planes.

Aunque mucha gente puede relacionarse con aprovechar lo más que se puede de una situación inesperada, poca gente puede hacerlo con el mismo éxito que Gladis. Ella es una mujer joven con una voz suave, quien destacó de los demás con su dedicación e inteligencia natural. Tomó menos de cinco meses para que el rancho le pidiera tomar la iniciativa de esfuerzos integrados del manejo de plagas.

El manejo de pestes es algo difícil para los ranchos orgánicos. Requiere mucha atención, la habilidad de descubrir plagas antes de que se dispersen, y el conocimiento de los métodos apropiados para impedir cada plaga. Gladis aprendió rápidamente como descubrir plagas, así que ella se tomó el tiempo para inspeccionar cada planta individualmente e identificar problemas pequeños antes de que se convirtieran en problemas grandes. Todos los días ella contaba el número de plagas en cada planta, y luego colaboró con el gerente del rancho para crear un plan de tratamiento orgánico e individualizado. Sus planes pueden incluir cualquier cosa, desde aplicaciones herbales orgánicas hasta liberar especies depredadoras.

Gladis brillaba en el reportaje. El mantener un registro de la documentación es un obstáculo difícil para la mayoría de las organizaciones pequeñas, pero Gladis sobresalió siguiendo expedientes claros y meticulosos. Gracias a sus esfuerzos en la oficina y en el campo, en solo cinco meses hubo una disminución de 80% de plagas en la albahaca y una disminución de 10% para los costos asociados con el control de plagas.

Gladis sigue siendo humilde sobre su éxito como agricultora. Cuando le preguntas sobre su trabajo, ella responde con los hechos y huye de la soberbia. “Que es un trabajo en ocasiones difíciles pero es agradable aportar de nuestro trabajo para dar una mejor producción / It is a job that on occasions is difficult, but it is pleasant to contribute with our work to improve production.” Aunque ella ha dejado su posición temporal para perseguir sus ambiciones, la aptitud y pasión de Gladis ha mejorado nuestro rancho en San Vicente por años venideros. Estamos seguros que ella tendrá éxito en su próxima aventura y agradecidos por haber tenido este tiempo con ella.

Gracias a la importancia ambiental de su trabajo, nuestro programa ClimateLab ha reconocido a Gladis como una fuente conocedora de información y hemos usado sus métodos para construir programas orgánicos de control de plagas. Aunque acciones individuales como las de Gladis, casi nunca reciben atención pública, es el manejo detallado y la habilidad de comunicación como estos lo que posibilitan las acciones climáticas. La mayoría de las veces, el gran cambio comienza con el conocimiento individual el cual eventualmente se traduce en mejores acciones para el panorama completo.